Gonzalo Lebrija ata a su caballo en Madrid: El rumor de la discordia
Publicado: Jue Jul 10, 2025 1:00 pm
Gonzalo Lebrija ata a su caballo en Madrid: El rumor de la discordia
Gonzalo Lebrija trabaja la fotografía, el vídeo, el sonido y la escultura. Y es la escultura donde refleja su tema: el tiempo y la fugacidad. Desde finales de los años noventa, este artista nacido en Ciudad de México en 1972 ha desarrollado una obra coherente y expansiva, que busca capturar lo efímero mediante imágenes detenidas o acciones suspendidas. Lebrija estudió Derecho antes de volcarse plenamente al arte, y ese tránsito entre norma y libertad se traduce en una producción que desafía las estructuras estables. Con base en Guadalajara, ha expuesto en ciudades como París, Milán, Miami, Madrid y Ciudad de México, con piezas que oscilan entre la poesía visual y la crítica del tiempo moderno.
En el terreno escultórico ha alcanzado gran reconocimiento por obras como Cubo torcido, Condición suspendida y Breve historia del tiempo, donde la materia se somete a estados de equilibrio inestable, detención o deformación. A menudo sus piezas congelan el instante previo al desastre o el momento exacto de una tensión no resuelta, como si desafiara al tiempo a quedar inmóvil. Su lenguaje formal combina el minimalismo con la narrativa, utilizando autos, manos, trompos, caballos o estructuras geométricas como símbolos cargados de sentido. Cada escultura es una pregunta visual sobre la permanencia, la aceleración y la caída. En 2025 presenta en Madrid El rumor de la discordia, un caballo monumental de bronce y hormigón ferrado sin jinete, detenido en un gesto de equilibrio imposible. Instalada en la renovada Plaza del Carmen, la obra parece atar la potencia y la soledad en el centro de la capital. Con ella, Lebrija traslada su reflexión sobre el tiempo al espacio urbano europeo, y sugiere que incluso en medio del ruido, de la discordia o del colapso, el arte puede fijar un instante de silencio: una pausa en la estampida.
Gonzalo Lebrija trabaja la fotografía, el vídeo, el sonido y la escultura. Y es la escultura donde refleja su tema: el tiempo y la fugacidad. Desde finales de los años noventa, este artista nacido en Ciudad de México en 1972 ha desarrollado una obra coherente y expansiva, que busca capturar lo efímero mediante imágenes detenidas o acciones suspendidas. Lebrija estudió Derecho antes de volcarse plenamente al arte, y ese tránsito entre norma y libertad se traduce en una producción que desafía las estructuras estables. Con base en Guadalajara, ha expuesto en ciudades como París, Milán, Miami, Madrid y Ciudad de México, con piezas que oscilan entre la poesía visual y la crítica del tiempo moderno.
En el terreno escultórico ha alcanzado gran reconocimiento por obras como Cubo torcido, Condición suspendida y Breve historia del tiempo, donde la materia se somete a estados de equilibrio inestable, detención o deformación. A menudo sus piezas congelan el instante previo al desastre o el momento exacto de una tensión no resuelta, como si desafiara al tiempo a quedar inmóvil. Su lenguaje formal combina el minimalismo con la narrativa, utilizando autos, manos, trompos, caballos o estructuras geométricas como símbolos cargados de sentido. Cada escultura es una pregunta visual sobre la permanencia, la aceleración y la caída. En 2025 presenta en Madrid El rumor de la discordia, un caballo monumental de bronce y hormigón ferrado sin jinete, detenido en un gesto de equilibrio imposible. Instalada en la renovada Plaza del Carmen, la obra parece atar la potencia y la soledad en el centro de la capital. Con ella, Lebrija traslada su reflexión sobre el tiempo al espacio urbano europeo, y sugiere que incluso en medio del ruido, de la discordia o del colapso, el arte puede fijar un instante de silencio: una pausa en la estampida.