La selección española de tiro con arco escribió una página dorada en la historia del deporte al proclamarse campeona del mundo
La hegemonía coreana parecía intocable. Basta repasar su palmarés más reciente: Turín 2011
El protagonismo de Elia Canales y Andrés Temiño fue decisivo. Con nervios de acero y una compenetración admirable, firmaron una final impecable. El desenlace tuvo un alto contenido emocional: Elia, desbordada en lágrimas, abrazó a su compañero tras el último disparo certero, consciente de que habían roto un muro que parecía infranqueable.
El oro de Gwangju no es solo un título mundial; es una gesta que abre un nuevo horizonte para el tiro con arco español y una sacudida histórica en el tablero de un deporte que parecía condenado a un único color. Ahora, España escribe su propio capítulo dorado.