Sidney Franklin, “el torero de la Torá”
Un judío ortodoxo, homosexual y neoyorquino que desafió las reglas no escritas del toreo
Una infancia común a la mayoría de los niños de Estados Unidos
Sidney Franklin, nacido como Sidney Frumkin el 11 de julio de 1903 en Brooklyn, Nueva York, fue una anomalía gloriosa en la historia del toreo: el primer estadounidense que logró convertirse en matador en España. Pero más allá del dato histórico, Franklin encarnó una especie de herejía triple: era judío ortodoxo, homosexual y artista en un mundo —el de la tauromaquia— dominado por códigos de virilidad, religión católica y tradición ibérica.
Bullfighter from Brooklyn
Conocido como el torero de la Torá, su figura se desdobla entre lo fascinante y lo trágico. Su vida no puede entenderse sin ese trasfondo de contradicción perpetua: la necesidad de huir, de afirmarse, de superar simbólicamente al padre... y de hacerlo, literalmente, vestido de luces ante miles de personas.
Una infancia de sombras y carteles
Franklin fue el quinto de diez hijos de una familia de inmigrantes rusos establecidos en Nueva York. Su padre era un policía de trato duro y mirada estrecha, para quien el arte era sospechoso y la sensibilidad, un pecado. A Sidney le atraían el teatro, la pintura y el diseño, pero en casa no había espacio para eso. Su padre solía llamarlo "Nancy", un apelativo cargado de desprecio hacia los hombres que no respondían al canon masculino de la época.
Con apenas 17 años, Sidney dejó los estudios y comenzó a ganarse la vida diseñando carteles publicitarios. Fue un acto de afirmación: si no podía ser querido, al menos sería visto. A los 18 huyó definitivamente del hogar. No dejó una nota. Solo cambió su apellido por uno más neutro: Franklin. En 1922, puso rumbo a Ciudad de México, atraído por la energía bohemia de una ciudad donde los exiliados, los artistas y los rebeldes encontraban aire.
Sidney Franklin: Bullfighter, Torero
Del rechazo al embrujo
Allí, el toreo apareció como un espectáculo inicialmente repulsivo. Le parecía una barbarie. Pero la estética —el rito, el traje, el dramatismo— empezó a ejercer un influjo. La conversión llegó al conocer a Rodolfo Gaona, el Califa de León, un torero de presencia magnética que se convirtió en su mentor.
Una tarde, un aficionado mexicano comentó: “Los gringos no tienen cojones para esto”. Franklin lo escuchó. No respondió. Pero a partir de entonces, lo tuvo claro.
Primera arena, primer mito
En 1923 debutó como novillero en la plaza de Chapultepec, y al año siguiente ya toreaba con regularidad en plazas de todo México. Su estilo era teatral, incluso coreográfico. Le gustaba el rosa, los bordados delicados, los movimientos lentos. En Tampico, Ciudad Juárez o Chihuahua empezaron a hablar de “el gringo raro que sabía mover el capote como si bailara”.
En 1928 ya era una figura reconocida en el circuito americano. Pero su destino estaba en otra parte. Como muchos artistas antes y después, Franklin necesitaba la mirada del viejo mundo.
España: luces y heridas
Llegó a Sevilla en 1929 y causó sensación. La crónica más citada cuenta que salió por la Puerta del Príncipe, una proeza que solo alcanzan los grandes. En Madrid toreó con Maera II y Manuel Agüero ante una plaza abarrotada. Su nombre ya circulaba en los cafés taurinos. El público lo bautizó el torero de la Torá.
En Las Ventas el 18 de julio de 1945 se doctora Sydney Franklin con Luis Gómez El Estudiante y toros de Sánchez Fabrés.
En ese mismo año, entabló amistad con Ernest Hemingway, que lo retrataría en Muerte en la tarde como “uno de los manipuladores más hábiles, gráciles y lentos del capote de hoy”. Hemingway veía en Franklin una mezcla de coraje, estética y melancolía. “Tenía un valor frío, sereno, inteligente”, escribió.
Pero la carrera de Franklin no fue un camino sin sangre. En 1930, sufrió una cornada en Madrid que le destrozó el coxis y parte del intestino. Estuvo a punto de morir. Regresó a México para curarse y, un año después, tomó la alternativa en Nuevo Laredo. Toreó en Portugal, Colombia y Panamá. Nunca se detuvo del todo.
El torero que no cabía en ninguna etiqueta
Franklin vivía entre mundos. Como judío, participaba en rituales católicos antes de torear. Cuando le preguntaban por ello, respondía con humor: “Soy judío, pero los toros son católicos”.
Su homosexualidad era un secreto a voces. En una época donde la represión era norma, él no hizo bandera, pero tampoco se ocultó en lo esencial. La tauromaquia le ofrecía una especie de refugio estético: podía vestirse con lentejuelas, bordados, rosas y celestes, sin levantar sospechas... o precisamente porque las levantaba.
Rachel Miller, archivista del Centro de Historia Judía de Nueva York, escribió años más tarde: “La tauromaquia le dio un escenario donde podía desenvolverse con elegancia y estilo, sin revelar su orientación sexual”.
Llevaba hasta 20 trajes consigo. Los encargaba bordados a mano. Nunca repitió dos tardes seguidas el mismo.
Sidney Franklyn con Eddi Cantor, film, The Kid from Spain
Hemingway, Gellhorn y el regreso truncado
Su relación con Hemingway fue intensa y ambigua. El escritor lo admiraba, lo promocionaba y lo acompañaba. Pero Martha Gellhorn, tercera esposa de Hemingway, desconfiaba de esa amistad. Le parecía excesiva. Lo consideraba una mala influencia, un ser demasiado libre para el rígido mundo de su marido. Aquello fracturó la relación. Franklin no volvió a España hasta 1945.
Ese año, tomó la alternativa en Las Ventas el 18 de julio, de manos de Luis Gómez “El Estudiante”, con toros de Sánchez Fabrés. Fue su última gran actuación en Europa.
Hollywood, Fairbanks y los trajes de luces
Franklin se movió también en los círculos del cine. Fue asesor taurino en películas de Hollywood, e incluso apareció en The Kid from Spain (1932), donde se interpretó a sí mismo. Practicó con James Dean en una plaza de entrenamiento en California. Douglas Fairbanks lo invitaba a sus fiestas. Pero nunca se convirtió en una estrella del celuloide. Su vida seguía más cómoda en los callejones que en las alfombras rojas.
Represión y caída
En los años 50, abrió una escuela taurina en Sevilla y más tarde una cafetería. Ninguno de los proyectos prosperó. En 1957, fue detenido en España y pasó nueve meses en prisión, oficialmente por problemas con matrículas de coche. Extraoficialmente, se sospecha que el régimen de Franco no toleraba su doble identidad: ni su judaísmo ni su homosexualidad.
Tras su liberación, abandonó España para siempre.
Stonewall, pobreza y memoria
Sidney Franklin el torero de la Torah
Se instaló en Greenwich Village, Nueva York, donde vivió sus últimos años en la penuria. Fue testigo de los disturbios de Stonewall en 1969. Su sobrina, Doris Ann Markowitz, afirmaría después: “Si hubiese nacido en otra época, habría estado al frente de esa revuelta, vestido con uno de sus trajes rosa”.
En 1952 había publicado su autobiografía, Bullfighter from Brooklyn, una obra honesta pero evasiva: omitió su orientación sexual, aunque sus silencios hablan.
Murió el 26 de abril de 1976 en un asilo del Village, a los 72 años. Lo enterraron sin pompa, pero con respeto.
Más allá del ruedo
Sidney Franklin mató toros en plazas de tres continentes. Se enfrentó a cornadas y críticas, pero su batalla principal fue otra: la de vivir con elegancia en un mundo hostil.
Hoy, su figura ha sido reivindicada por historiadores y activistas LGTBI. En 2019, The New York Times le dedicó un perfil. En 2021, Rafael Muñoz Molina se inspiró en él para su novela Estocada: escándalo en Gran Vía.
Quizá, como decía su sobrina, cada toro que mataba no era solo una bestia de carne, sino la sombra autoritaria de su padre. Y quizá, también, cada pase con el capote fue un acto de belleza que decía: “Sí, existo. Y este soy yo”.
Sidney Franklin, “el torero de la Torá”. Primer torero de Estados Unidos
- EstoEsElPueblo
- Mensajes: 1890
- Registrado: Jue Ene 24, 2019 1:50 am
Sidney Franklin, “el torero de la Torá”. Primer torero de Estados Unidos
Un foro
es mejor que twitter, mejor que facebook, mejor que instagram... ¿por qué? Este foro es taurino; las redes sociales son antis
.


-
- Mensajes: 149
- Registrado: Dom Jun 14, 2020 3:19 pm
Re: Sidney Franklin, “el torero de la Torá”. Primer torero de Estados Unidos
Se habla mucho de la expulsión de los judíos de España. En este mapa tenéis los años y los países de los que fueron expulsados. De algún país fueron expulsados varias veces. En España muchos aceptaron la oportunidad de quedarse si adoptaban el catolicismo. Muchos lo hicieron.
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado