Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
En el corazón del casco histórico de Salamanca, entre la catedral y la ribera del Tormes, se abre una calle con nombre curioso: Tentenecio. Su nombre evoca una leyenda que ha sobrevivido siglos y que aún hoy fascina a quienes pasean por su empedrado. Según la tradición, fue en esta vía donde San Juan de Sahagún, patrón de la ciudad, obró uno de sus milagros más populares.
El relato cuenta que un toro bravo, escapado de algún corral o festejo, corría desbocado por la ciudad, sembrando el pánico entre los vecinos. Cuando llegó a esta estrecha calle, el animal se topó con el fraile agustino, que sin moverse, alzó la voz y le dijo: “¡Tente, necio!”. El toro se detuvo en seco, como si hubiera entendido la orden, y se calmó. Aquel prodigio fue interpretado como prueba del poder espiritual del santo.
Con el tiempo, el suceso quedó grabado en la memoria colectiva de Salamanca, y la calle pasó a llamarse “Tentenecio”, una castellanización de aquella advertencia milagrosa. El nombre ha perdurado hasta hoy, como un rastro urbano de la mezcla entre fe, historia y leyenda que caracteriza a tantas ciudades españolas.
San Juan de Sahagún vivió en el siglo XV y fue conocido por su predicación firme, su cercanía con el pueblo y su defensa de la justicia. Murió en 1479 y fue canonizado en 1691. La historia del toro de Tentenecio, aunque imposible de verificar, ha sido parte esencial de su hagiografía popular y aún se rememora durante su festividad, el 12 de junio.
Pasear por la calle Tentenecio no solo es recorrer una vía pintoresca que conecta algunos de los rincones más bellos de Salamanca. Es también transitar por un pedazo de historia viva, donde el asombro, la devoción y la tradición taurina se entrelazan en una sola palabra: “Tentenecio”.
En el corazón del casco histórico de Salamanca, entre la catedral y la ribera del Tormes, se abre una calle con nombre curioso: Tentenecio. Su nombre evoca una leyenda que ha sobrevivido siglos y que aún hoy fascina a quienes pasean por su empedrado. Según la tradición, fue en esta vía donde San Juan de Sahagún, patrón de la ciudad, obró uno de sus milagros más populares.
El relato cuenta que un toro bravo, escapado de algún corral o festejo, corría desbocado por la ciudad, sembrando el pánico entre los vecinos. Cuando llegó a esta estrecha calle, el animal se topó con el fraile agustino, que sin moverse, alzó la voz y le dijo: “¡Tente, necio!”. El toro se detuvo en seco, como si hubiera entendido la orden, y se calmó. Aquel prodigio fue interpretado como prueba del poder espiritual del santo.
Con el tiempo, el suceso quedó grabado en la memoria colectiva de Salamanca, y la calle pasó a llamarse “Tentenecio”, una castellanización de aquella advertencia milagrosa. El nombre ha perdurado hasta hoy, como un rastro urbano de la mezcla entre fe, historia y leyenda que caracteriza a tantas ciudades españolas.
San Juan de Sahagún vivió en el siglo XV y fue conocido por su predicación firme, su cercanía con el pueblo y su defensa de la justicia. Murió en 1479 y fue canonizado en 1691. La historia del toro de Tentenecio, aunque imposible de verificar, ha sido parte esencial de su hagiografía popular y aún se rememora durante su festividad, el 12 de junio.
Pasear por la calle Tentenecio no solo es recorrer una vía pintoresca que conecta algunos de los rincones más bellos de Salamanca. Es también transitar por un pedazo de historia viva, donde el asombro, la devoción y la tradición taurina se entrelazan en una sola palabra: “Tentenecio”.
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
La leyenda de Tentenecio tiene más carga simbólica de lo que parece. No es solo una historia piadosa, es una forma antigua de entender el poder de la palabra frente a la violencia bruta, como en la lidia misma.
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
El Tentenecio de Fray Juan de Sahagún es un acto curioso más que heroico. Los recortadores lo hacen cada tarde un par de docenas de veces. Las cosas como son. Quieio decir que un torero tiene mucho más mérito en su faena que el acto de San Juan de Sahagún en aquella calle de Salamanca.
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
Siempre me ha fascinado cómo en la tradición española los santos tienen relación con los toros. San Juan de Sahagún y su “¡Tente, necio!” es como un antecedente espiritual del toreo de mando.
- TuiterTaurina
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- Registrado: Jue Abr 09, 2020 4:51 pm
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
He estado varias veces en esa calle y, aunque es estrecha y modesta, tiene un aire solemne. Saber que allí se recuerda la fuerza moral del patrón da una dimensión muy especial a Salamanca.
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
El gesto del santo resume bien lo que debe ser el temple: no moverse, hablar claro y dominar con calma. Algo que algunos toreros de hoy deberían estudiar más allá de la técnica.
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
No sé si pasó o no, pero me quedo con el nombre. ¡Qué fuerza tiene “Tentenecio”! Podría ser perfectamente el apodo de un torero clásico.
Re: Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo
Esto son leyendas del pueblo que la iglesia se apropió y adjudicó a algún fraile o a otra gente religiosa. Lo veo así.
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