Foros Toreros

Pablo Iglesias: "Hoy la tauromaquia repugna a la mayoría de la gente"

Pablo Iglesias no habla de toros en sus redes sociales, ni para bien, ni para nada: una o dos veces al año anuncia que la tauromquia es cosa de viejos, y que se morirá sin subvenciones. Este miércoles pasado citó a Pío Baroja, acaso para dar un pulido literario a su abrupta exigencia.

Iglesias está en un partido que va desapareciendo, poco a poco, y que sobrevive solo gracias al dinero que recibe del resto de los españoles. Y aquí, sí; el que quiera música, que se la pague.

Volviendo a lo de Pío Baroja, rescato una cita de este autor, un poco cascarrabias, y un mucho que no le tenía miedo a cambiar de opinión. Cosa que Iglesias no hace, cambiar de opinión: aunque nunca respeta lo que promete (vivir en Vallecas, cobrar salarios, viajar en primera, etc.) A Pío Baroja le gustaron los toros como parte de la diversión popular; en Madrid se subió al carro de los que no. Pues vale.

Baroja y la diversión con novillos Iglesias habla de "la gente" como si fuera un oráculo. Si realmente acertase con la opinión "de la gente" el bar le iría mejor; vendería libros; y su televisión iría mejor. Dejemos, amistosamente ahí la conexión de Pablo Iglesias con lo que piensa o siente la gente.

La tauromaquia está bien viva; hay mucha gente joven; la economía del toro es una fuente de ingresos para la hacienda pública, para sostener el estado de bienestar. ¡Ah! Y me dejo para el final lo más importante después del oro.

Y lo más importante es que la gente del toro, los aficionados, los públicos, defienden la tauromaquia y no se sienten cohibidos para ello. Esto es ya evidente. Acaso nos encontramos con que Pablo Iglesias quiere "batallitas" en las redes porque tiene una "agenda oculta" y quiere que los taurinos, tan activos, entren al trapo de sus argumentos contra el arte de Cúchares. Sepa "el camarada" Pablo Iglesias, que la tauromaquia no pide permiso para existir: se sostiene en la cultura, en la afición y en la libertad de quienes la defienden. Y lo veremos cuando debatan la ILP contra los toros. O su partido se atreva a plantar a Sánchez por la corrupción, la prostitución, o el engaño permanente como forma de hacer política.

Gritaba contra “la casta”… pero cuando tocó poder, se sentó de vicepresidente en Moncloa con coche oficial y escoltas armados.

Rajaba Pablo Iglesias de los tertulianos televisivos… hasta que él mismo se convirtió en el rey de las tertulias cobrando miles por programa.

Se llenaba la boca de periodismo libre… y luego montó La Última Hora para insultar y controlar a los que le criticaban.

La tauromaquia no vive de subvenciones, sino del dinero real de taquillas y abonos.

Repugnar, repugna lo que pasa en Gaza; y da asco que políticos mentirosos sigan chupando del bote ¿no te gustaba Vallecas y saliste por patas? Repugnante

Iglesias presume de saber lo que piensa la gente, pero las urnas lo desmienten siempre.

Citar a Baroja como excusa contra los toros es torpe: la literatura española está llena de páginas taurinas.

Su partido se hunde elección tras elección, y aun así pontifica sobre la mayoría social.

En Twitter Iglesias hace ruido, en las plazas hay rugido real de familias y jóvenes.