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Golpe de estado. Bolsonaro en Brasil, 27 años por intento. ERC y Junts "de rositas

La noticia de que Jair Bolsonaro ha sido condenado en Brasil a 27 años de cárcel por un intento de golpe de Estado ha levantado una comparación inmediata en España. En 2017, ERC y Junts impulsaron el llamado “procés”, que incluyó la aprobación de leyes de desconexión y una proclamación unilateral de independencia. Sus líderes cumplieron penas mucho más leves y hoy muchos están en libertad, algunos incluso en la primera línea política.

La paradoja salta a la vista: en Brasil, el castigo ha sido ejemplarizante; en España Pedro Sánchez adoptó otra actitud: comprar "la lealtad" para su gobierno de los golpistas catalanes. Les prometió una amnistía a unos; sacó por indulto a otros de la cárcel. Traspasa deuda autonómica como deuda estatal. Sánchez no tiene ni presupuestos para gobernar, pero acepta el chantaje de los golpistas para seguir en el gobierno. ¿Lula o Sánchez para defender la democracia?

En Brasil, 27 años por intentarlo; en España, indulto y amnistía por hacerlo. Eso no es justicia, es negocio político.

Sánchez no defiende la Constitución, la alquila. ERC y Junts ya saben que el chantaje funciona.

A Bolsonaro le caerán unos cuantos años. Y es una mala noticia. Porque significa que muchos presidentes de esos países se toparán al final de su mandato con un juicio y ¡a la cárcel!.

Bolsonaro se hunde en los tribunales; Puigdemont, desde Waterloo, pone y quita gobiernos en Madrid. Increíble, pero cierto.

Lo peor no es el golpe del 2017, sino que sus autores hoy sean socios imprescindibles del Gobierno central.

¿Lula defiende la democracia encarcelando golpistas? ¿Sánchez la defiende liberándolos y endeudando a todos para comprarse votos?

El independentismo catalán quedó como fuerza de choque. Sánchez les dio premio, financiación y poder. Esa es la gran paradoja.

En Brasil, el Estado se hace respetar; en España, el Estado se deja pisotear para que el presidente siga en su sillón.

Un presidente que traspasa deuda autonómica a toda España para contentar a quienes la generaron no defiende la democracia: la hipoteca.