Comunismo: cien millones de muertos en el mundo, miles en Francia, memoria en Saint-Raphaël
Publicado: Dom Ago 24, 2025 7:02 pm
Comunismo: cien millones de muertos en el mundo, miles en Francia, memoria en Saint-Raphaël
En Saint-Raphaël, a orillas del Mediterráneo, se ha inaugurado la primera estela en Francia dedicada a las víctimas del comunismo. La obra del escultor Nicola Rosini Di Santi evoca la tragedia de los cien millones de muertos en el mundo, y abre a la vez la puerta a recordar los miles de franceses purgados tras la Liberación.
El acto, celebrado el pasado 23 de agosto, congregó a centenares de asistentes y a representantes políticos que subrayaron la necesidad de un “deber de memoria”. Para unos, la estela es un acto de justicia histórica que reconoce a las víctimas olvidadas del comunismo; para otros, una provocación que hiere la tradición de la izquierda francesa.
Saint-Raphaël Monumento memoria 100 millones de muertos del comunismo Pero la piedra levantada en Saint-Raphaël no habla solo de Moscú, Pekín o Camboya. También obliga a mirar dentro de las propias fronteras: a los meses convulsos de 1944 y 1945, cuando la liberación del país se mezcló con ejecuciones sumarias y represalias impulsadas, en buena parte, por las milicias comunistas de la Resistencia.
Cite-moi une victime du parti comuniste français
On ne fait pas dans le detail Dígame el nombre de una víctima del partido comunista francés
No se entra en el detalle
El propio ministro del Interior, Adrien Tixier, advirtió entonces de la magnitud de aquella depuración. Bajo el nombre de épuration sauvage, se registraron miles de ejecuciones sin juicio: más de ocho mil franceses abatidos en calles y cunetas, señalados como colaboracionistas por la Resistencia comunista. A esa violencia se sumaron 126.000 internamientos administrativos y decenas de miles de procesamientos en tribunales especiales, con centenares de condenas a muerte y decenas de miles de penas de prisión o degradación cívica. Eran cifras que estremecían en 1945 y que hoy, en pleno siglo XXI, siguen esperando un reconocimiento público. Porque aquellos represaliados —compatriotas eliminados sin proceso, al calor de consignas dictadas desde Moscú— no aparecen en los manuales, ni tienen su monumento en la capital francesa. La estela de Saint-Raphaël, con su referencia a los cien millones de muertos del comunismo, abre inevitablemente la puerta a recordarlos también a ellos.
En Saint-Raphaël, a orillas del Mediterráneo, se ha inaugurado la primera estela en Francia dedicada a las víctimas del comunismo. La obra del escultor Nicola Rosini Di Santi evoca la tragedia de los cien millones de muertos en el mundo, y abre a la vez la puerta a recordar los miles de franceses purgados tras la Liberación.
El acto, celebrado el pasado 23 de agosto, congregó a centenares de asistentes y a representantes políticos que subrayaron la necesidad de un “deber de memoria”. Para unos, la estela es un acto de justicia histórica que reconoce a las víctimas olvidadas del comunismo; para otros, una provocación que hiere la tradición de la izquierda francesa.
Saint-Raphaël Monumento memoria 100 millones de muertos del comunismo Pero la piedra levantada en Saint-Raphaël no habla solo de Moscú, Pekín o Camboya. También obliga a mirar dentro de las propias fronteras: a los meses convulsos de 1944 y 1945, cuando la liberación del país se mezcló con ejecuciones sumarias y represalias impulsadas, en buena parte, por las milicias comunistas de la Resistencia.
Cite-moi une victime du parti comuniste français
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No se entra en el detalle
El propio ministro del Interior, Adrien Tixier, advirtió entonces de la magnitud de aquella depuración. Bajo el nombre de épuration sauvage, se registraron miles de ejecuciones sin juicio: más de ocho mil franceses abatidos en calles y cunetas, señalados como colaboracionistas por la Resistencia comunista. A esa violencia se sumaron 126.000 internamientos administrativos y decenas de miles de procesamientos en tribunales especiales, con centenares de condenas a muerte y decenas de miles de penas de prisión o degradación cívica. Eran cifras que estremecían en 1945 y que hoy, en pleno siglo XXI, siguen esperando un reconocimiento público. Porque aquellos represaliados —compatriotas eliminados sin proceso, al calor de consignas dictadas desde Moscú— no aparecen en los manuales, ni tienen su monumento en la capital francesa. La estela de Saint-Raphaël, con su referencia a los cien millones de muertos del comunismo, abre inevitablemente la puerta a recordarlos también a ellos.