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Finlandia endurece su política migratoria: no ayudará a Somalia si no acepta a emigrantes deportados

Finlandia ha decidido cesar toda la ayuda al desarrollo destinada a Somalia tras la negativa de este país a aceptar la repatriación de ciudadanos somalíes que residen ilegalmente en Finlandia. El gobierno finlandés argumenta que su ayuda exterior debe beneficiar a países que cooperen en cuestiones de derecho internacional y políticas migratorias. Esta decisión forma parte de la estrategia más amplia de Finlandia para endurecer las normativas migratorias y garantizar el cumplimiento de los acuerdos de deportación. Las autoridades somalíes, sin embargo, han criticado la medida, calificándola de desestabilizadora para su país.

Sánchez no tardará en apuntarse a la política de expulsiones de emigrantes.

Esto es una maniobra política. Cortar la ayuda solo castiga a los ciudadanos somalíes comunes, no al gobierno. Aunque el gobierno utiliza la ayuda humanitaria para sus fines políticos principalmente

Finlandia está dando ejemplo a otras naciones. Los acuerdos de repatriación son esenciales para mantener sistemas migratorios justos.

En lugar de cortar la ayuda, Finlandia debería trabajar en mejorar las relaciones diplomáticas con Somalia. Esta acción, deportar jóvenes, generará más enemigos que soluciones.

El problema no es tan simple como parece. La ayuda al desarrollo aborda las causas profundas de la migración, así que suspenderla podría ser contraproducente.

Hasta Hillary Clinton ha aparecido en un vídeo de hace más de 10 años exigiendo la expulsión de los emigrantes que delincan.

En lugar de cortar la ayuda, Finlandia debería trabajar en mejorar las relaciones diplomáticas con Somalia. Esta acción generará más enemigos que soluciones.

El problema no es tan simple como parece. La ayuda al desarrollo aborda las causas profundas de la migración, así que suspenderla podría ser contraproducente.