Del 'raka-raka' al ridículo: cómo ni los toros ni las lenguas regionales obedecen a los extremistas"
Publicado: Sab Nov 23, 2024 10:36 am
Del 'raka-raka' al ridículo: cómo ni los toros ni las lenguas regionales obedecen a los extremistas
El separatismo y la izquierda radical comparten un rasgo: su obsesión por imponer, prohibir y dividir. Lo hacen con las lenguas regionales, que promocionan con millones de euros mientras pierden hablantes, y con la tauromaquia, a la que intentan extinguir sin éxito. Su "raka-raka" interminable solo demuestra una cosa: su fracaso.
Las lenguas como el catalán y el vasco son herramientas políticas, no culturales, para quienes prefieren señalar diferencias que construir puentes. ¿El resultado? Ni más hablantes ni más cohesión, solo un gasto desproporcionado y una sociedad más fragmentada. Y lo mismo hacen con los toros: atacan un pilar de la cultura española porque no lo entienden o, peor aún, porque les molesta que simbolice lo que ellos quieren borrar.
En cuanto a la izquierda radical, su postura es todavía más hipócrita. Predican libertad y diversidad, pero atacan la tradición taurina con fervor inquisitorial. Es irónico que intenten usar la democracia para prohibir lo que no les gusta, mientras ignoran la riqueza cultural que los toros han aportado al arte, la literatura y la historia. Por fortuna, no consiguen apagar la llama de la afición, que sigue firme en su defensa.
La tauromaquia no es sufrimiento ni barbarie; es arte, historia y raíces. Es algo que figuras como García Lorca o Miguel Hernández entendieron y defendieron, y que los antitaurinos extremistas jamás comprenderán. Frente a ellos, toca recordar con pedagogía y firmeza que los toros son parte de nuestra cultura, una que ni separatistas ni radicales lograrán borrar.
El separatismo y la izquierda radical comparten un rasgo: su obsesión por imponer, prohibir y dividir. Lo hacen con las lenguas regionales, que promocionan con millones de euros mientras pierden hablantes, y con la tauromaquia, a la que intentan extinguir sin éxito. Su "raka-raka" interminable solo demuestra una cosa: su fracaso.
Las lenguas como el catalán y el vasco son herramientas políticas, no culturales, para quienes prefieren señalar diferencias que construir puentes. ¿El resultado? Ni más hablantes ni más cohesión, solo un gasto desproporcionado y una sociedad más fragmentada. Y lo mismo hacen con los toros: atacan un pilar de la cultura española porque no lo entienden o, peor aún, porque les molesta que simbolice lo que ellos quieren borrar.
En cuanto a la izquierda radical, su postura es todavía más hipócrita. Predican libertad y diversidad, pero atacan la tradición taurina con fervor inquisitorial. Es irónico que intenten usar la democracia para prohibir lo que no les gusta, mientras ignoran la riqueza cultural que los toros han aportado al arte, la literatura y la historia. Por fortuna, no consiguen apagar la llama de la afición, que sigue firme en su defensa.
La tauromaquia no es sufrimiento ni barbarie; es arte, historia y raíces. Es algo que figuras como García Lorca o Miguel Hernández entendieron y defendieron, y que los antitaurinos extremistas jamás comprenderán. Frente a ellos, toca recordar con pedagogía y firmeza que los toros son parte de nuestra cultura, una que ni separatistas ni radicales lograrán borrar.