Foros Toreros

Una cita antitaurina de este "sinpar", inigualable, eximio -pronunciada bien la "x", como eks_simio-
«Los toros son la fiesta de la barbarie, un espectáculo que embrutece y envilece, manteniendo a España en un atraso moral que nos aleja de la civilización.»

«Uno de los mayores males de España es la afición a los toros y a la flamenquería contada su secuela de superficialidad y ramplonería con la chulería, y aún con otras peores.»

¡y aún cosas peores! ¡santa madonna, qué cosas pasan en las plazas de toros!

Noel no era solo un escritor: era un mártir laico, un agitador solitario que prefirió ser abucheado antes que cómplice. Su verbo era fuego y no se callaba aunque le cortaran la melena a navaja. En cada conferencia se jugaba el físico, pero también el alma. España no estaba preparada para escucharlo, pero él sí lo estaba para decirlo.

¡Vamos a ver! ¿Qué se creía este señor? ¿Que los toros y el cante eran los culpables del atraso de España? ¿Y la corrupción, la pobreza, la incultura institucionalizada?

¿De verdad pensaba que el problema era el flamenco y no los caciques? Noel fue un exagerado, un moralista de café, un cruzado de verbo florido que despreciaba aquello que el pueblo amaba.

Noel iba de regenerador, pero parecía más bien un resentido. Y si tan antimito era, ¿por qué escribía con tanta pasión, con tanto duende...?

Hay algo profundamente triste en la vida de Eugenio Noel. Quiso cambiar el país y acabó olvidado, solo, derrotado por una bronconeumonía en un hospital de Barcelona. Su cuerpo perdido en una vía muerta, su memoria archivada en el desván de los incómodos.

Creo que este escritor está muy poco valorado, y nada valorado como se merece. Los antitaurinos deberían tener sus libros como lectura de cabecera. ¡Menos tiktok y más Eugenio Noel animaleros!

Tal vez se equivocó en la forma, tal vez no supo adaptarse, pero su causa era sincera.

Duele pensar en todos los idealistas que mueren pobres, mientras los mediocres acumulan homenajes. Y sin embargo, ahí sigue, como un espectro que no termina de irse.