Foros Toreros

Existe una marca de coches que no atropella hormigas, se llama "Tontolina".

Denunciar la tauromaquia desde la barra de un bar con jamón ibérico en la mano tiene algo de tragicómico. Les molesta la sangre, pero no la que corre entre tostadas.

El veganismo, el animalismo, son dos imposiciones de la cultura dominante de Estados Unidos que están extendiéndose por el mundo. Ninguna es sana, ni física ni mentalmente.

Mucho drama con el toro, pero los ratones, topos, culebras y perdices que mueren con cada cosecha de soja no merecen ni una lágrima. La empatía tiene marketing, parece.

Zampan animales y sin ningún arrepentimiento. Luego se quejan de la mala vida de los animales, pero se quedan tan campantes haciendo la digestión.

El hombre ha matado animales desde la prehistoria, y el campo —el de verdad, no el de Instagram— sigue siendo escenario de muerte diaria. Fingir lo contrario es puro narcisismo urbano.

Comen carne, pescado, marisco, los bocados más exquisitos. Para ellos el sufrimiento animal solo afecta a lo que comen los otros.

Animalistas que se zampan un bacalao al pil pil y luego se desmayan con la suerte de varas. Tienen el alma tan sensible como selectiva.

Yo no me meto con lo que come nadie, pero que no me vengan con lecciones de moral mientras llevan zapatos de cuero. Que cada cual mire su plato antes de señalar el mío.

Los animalistas comen animales y dan a sus mascotas carne de otros animales. Y tan campantes. Y muchos veganos, lo mismo: carne para su perro y para su gato ¿empatía con lso animales? ¡claro!