Joaquín de Rucoba arquitecto de La Malagueta

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Joaquín de Rucoba y Octavio de Toledo fue un arquitecto español que nació en Laredo, Cantabria, en 1844 y falleció en Madrid en 1919. Fue uno de los arquitectos más destacados de su época y es conocido por haber proyectado numerosos edificios públicos y privados en distintas ciudades de España. Como la plaza de toros de La Malagueta.

Rucoba estudió en la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde más tarde enseñó como catedrático. Fue un arquitecto muy respetado en su época y su obra se caracteriza por un estilo ecléctico que combina elementos de distintos estilos arquitectónicos, como el neoclásico, el barroco y el modernismo. Además de su labor como arquitecto, también desempeñó importantes cargos públicos, como el de director general de Obras Públicas en el Ministerio de Fomento.

Cartel de una corrid de toros en 1862, antigua plaza de Málaga
La plaza de toros de La Malagueta se construyó en 1874. Un siglo después, en 1976 fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, coincidiendo con el centenario de su inauguración, y en 1981, Bien de Interés Cultural.

Plaza de estilo neomudéjar, cimentada en un hexadecágono

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La Plaza es de estilo neomudéjar, con una planta original para las plazas de toros, es un hexadecágono; el ruedo mide 523 metros de diámetro. El aforo inicial alcanzaba los 14.000 espectadores, una cifra considerable para la época; cifra que cayó a 9.000 con la reforma de 2010

Plaza de Toros de la Malagueta 1874
Estos son algunos de los edificios que construyó el arquitecto Joaquín de Rucoba:

Mercado de las Atarazanas, Málaga, 1873;
Plaza de toros “La Malagueta”, Málaga, 1874;
Teatro-Circo, Bilbao, 1883;
Ayuntamiento, Bilbao, 1883; Teatro Arriaga, Bilbao, 1885;
Escuelas Públicas de Albia, Bilbao, 1887;
Frontón Beti- Jai, Madrid, 1891;
Asilo de las Hermanitas de los Pobres, Madrid, 1895;
Iglesia de Nuestra Señora de la Visitación, Santander, 1898;
Restauración de la Catedral, Santander, 1903;

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Poco se habla del frontón Beti- Jai de Madrid, y es una lástima que desapareciera la afición.