Quien quiera protestar contra la tauromaquia, que lo haga con argumentos. El insulto, tarde o temprano, pasa por caja.

No se han reunido para entonar Yankee Doodle Do. Si fuera un problema interno, ¿para qué tanto almirante? Los barcos no patrullan manifestaciones.

Y si hablamos de reglamentos, dime qué animal de consumo tiene un sistema tan estricto que lo protege hasta en el último momento. Ni pollos, ni cerdos, ni vacas.

Los españoles nos contamos la historia, nuestra propia historia, como si fuéramos enemigos de España. Y pasa lo mismo en Iberoamérica.

Si el ejemplo es Lula, queda Bolsonaro fuera de juego. Si el ejemplo es Sánchez, queda la Constitución fuera de juego.

Música celestial para Begoña, que hace de soprano en el Ibex.

Este minuto del Elche hay que verlo hasta el final, y repetirlo. Es una jugada del tirón.

El mascotismo en EE. UU. es un opio cultural: distrae del racismo, de la desigualdad, de los tiroteos escolares. Y sirve para mirar por encima del hombro al extranjero.

Este programa es parte de un experimento de manipulación social a gran escala.

La convivencia necesita política, acuerdos, cesiones; justo lo que Hamás no quiere ni por asomo.