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Sergio Ramos, fútbol, caballos, y afición precoz al toreo

Sergio Ramos, conocido mundialmente por su destacada carrera en el fútbol, tuvo en sus inicios una inclinación hacia el mundo de la tauromaquia, influenciado por el ambiente de su lugar de nacimiento, Camas. Esta localidad, cuna del famoso torero Curro Romero, albergaba una importante escuela de tauromaquia que captó la atención del joven Ramos. Durante sus primeros años, Sergio se encontró ante la disyuntiva de elegir entre convertirse en torero o en futbolista, dos caminos muy diferentes pero que en su momento parecían igualmente atractivos. La decisión final de Sergio Ramos de enfocarse en el fútbol, en lugar del toreo, fue en gran medida influenciada por su madre, Paqui. Ella le hizo ver que el balón ofrecía menos riesgos y preocupaciones que el capote y la espada. Esta elección resultó ser acertada, ya que Sergio Ramos se convirtió en uno de los futbolistas más reconocidos de su generación, debutando con el Real Madrid el 10 de septiembre de 2005 y consagrándose como una leyenda madridista.

En el Real Madrid, Sergio Ramos no solo ha demostrado ser un defensor central formidable, sino que también se ha destacado por su liderazgo y habilidades como goleador, algo inusual para un jugador de su posición. Ha sido una pieza clave en los numerosos éxitos del equipo, incluyendo títulos de La Liga, la Copa del Rey, y múltiples trofeos de la UEFA Champions League. Su trayectoria en el Real Madrid y en la selección española ha sido fundamental para el éxito de ambos equipos, consolidando su lugar como uno de los grandes nombres en la historia del fútbol mundial​​.

El auténtico Sergio Ramos, el único, el inimitable, el que no cambiará nunca, aquí, se presenta para ustedes en su propia voz y maneras:

¿Se imaginan a Sergio Ramos en el ruedo en vez del campo? Con esos pases a 'toro pasado' que a veces da, hubiera sido todo un espectáculo. ¡Olé, Sergio! Más vale tarde que nunca, ¿no? ¡Aún estás a tiempo de cambiar las botas por el traje de luces!

De futbolista a torero, ¡qué cambio hubiera sido para Sergio! Si ya en el campo parece que está toreando a los rivales, en la plaza hubiera sido un maestro. Eso sí, me pregunto si su especialidad hubiera sido dar pases de pecho o cortar orejas. ¡Olé, Sergio, aún puedes dar el salto!

¡Sergio Ramos, el torero que nunca fue! Con su habilidad para enfrentarse a los delanteros, se hubiera desenvuelto en la plaza como pez en el agua. Quizás en lugar de tarjetas rojas, hubiera coleccionado orejas y rabos. ¡Una lástima que no lo hayamos visto en mallas y capote!

Si Sergio Ramos hubiese elegido ser torero, seguro que sus 'estocadas' serían tan buenas como sus goles de cabeza. Aunque, pensándolo bien, quizás habría recibido más cornadas que faltas en el campo. ¡Una pena que no lo veamos enfrentándose a un miura en lugar de a un balón!

Como torero Sergio Ramos hubiera sido más un Fandiño: dispuesto a todo para triunfar, pero sin la paciencia que requiere ser figura.

¡Ay, Sergio, qué desperdicio de torero nos hemos perdido! Con esa pasión y garra que pone en el campo, hubiera sido todo un fenómeno en las corridas. ¿Os imagináis sus celebraciones cada vez que cortara una oreja? Igual hasta inventaba un salto mortal como festejo. ¡Sergio Ramos, el matador de Camas que nunca fue!